viernes, 26 de enero de 2018
jueves, 25 de enero de 2018
viernes, 19 de enero de 2018
Obesidad - Tratamiento farmacológico - Tercera entrega
En la primera entrega, se explicó el síndrome
de resistencia a la insulina (RI), y del ciclo del cerebro del gordo. En la
segunda parte, se revisó el enfoque nutricional de la obesidad.
Ahora vamos a hacer un resumen de los fármacos que
se emplean para tratar la obesidad, y para facilidad en la lectura, el
tratamiento quirúrgico lo haré en una entrega extra.
En principio es necesario destacar que el tratamiento
farmacológico se emplea como apoyo al tratamiento dietético de reducción de
ingesta de carbohidratos y el ejercicio. Los
medicamentos nunca se emplean como
única medida para reducir de peso.
Es importante mencionar, que en Colombia en
único medicamento autorizado para el tratamiento coadyuvante para bajar de peso
es el orlistat (Xenical®), ejerce su efecto a través de la disminución de la absorción de las
grasas. Bloquea la absorción de cerca del 30% de las grasas ingeridas. Produce
sensación de llenura, y tiene algunos efectos no deseados, como diarrea,
flatulencia y distensión abdominal, síntomas que son más pronunciados al
principio del tratamiento y mejoran después de dos semanas. Puede interferir
con la absorción de vitaminas liposolubles (A, D, E, K) por lo que los
multivitamínicos, se debe suministrar concomitantemente con el tratamiento. Es
importante que el uso de éste medicamento esté bajo supervisión médica.
Pero como ya dije, el medicamento en ningún caso
debe figurar como primera línea para corregir el problema, debe ser agregado,
solo cuando la dieta y el ejercicio no han sido suficientes.
Otros medicamentos anteriormente utilizados
para la reducción del apetito, como la fenfluramina,
dexfenfluramina, fenilpropanolamina, dietilpropion, fentermina y benflorex
han sido retirados del mercado por problemas de seguridad, relacionados con
abuso, dependencia, insomnio, irritabilidad, problemas cardiacos, hipertensión
arterial e hipertensión pulmonar. Recientemente se retiró del mercado la sibutramina por provocar infarto del
miocardio y el rimonabant por
trastronos psiquiátricos, específicamente depresión, autolesión y suicidio. Por
último, el lorcaserin (Belviq®) aprobado por la FDA (Administración de Drogas y Alimentos por sus
siglas en inglés) también está siendo cuestionado por mayor riesgo de
enfermedades cardíacas, depresión y disminución de la memoria (1).
Sin embargo, existen otros medicamentos
aprobados para otras condiciones o patologías, que también ayudan a disminuir
el peso, algunos ejemplos son: antidepresivos (fluoxetina), anticonvulsivantes (topiramato), antimigrañosos (efedrina),
medicamentos empleados para la diabetes (metformina,
empaglifozina, liraglutide).
Algunos alimentos por diferentes mecanismos son
coadyuvantes en el control de peso, ejemplo: Alimentos saciantes (Proteina whey), fibras
antiestreñimiento (goma guar), Té verde, esto ya fue revisado en la entrega anterior.(2).
Como conclusión, el uso de medicamentos para la
reducción de peso es un coadyuvante en el tratamiento dietético hipocalórico y
el ejercicio, Nunca debe emplearse como única medida para el manejo de la
obesidad y siempre debe usarse bajo supervisión médica.
__________________
(1)
Isaza Carlos A, Isaza Gustavo, Fundamentos de Farmacología en Terapéutica. 6
Ed Ed 2015. Celsus.
(2) http://www.msc.es/biblioPublic/publicaciones/docs/vol26_5_obesidad.pdf.
ANDRÉS
NARANJO CUÉLLAR
Médico
y Cirujano (USCO – Colombia)
Máster
en Marketing Farmacéutico (UNED – España)
MBA
(AISM – USA)
viernes, 12 de enero de 2018
Obesidad - Enfoque nutricional - Segunda entrega
En la entrega anterior revisamos el origen hormonal
de la obesidad, el síndrome de resistencia a la insulina (RI), y de los cambios
que se producen en la persona, no solo a nivel orgánico, sino también mental, (cerebro
del gordo).
En esta oportunidad vamos a abordar de la manera
más esquemática posible, los principios básicos para lograr controlar el peso.
Cualquier intento por reducir el peso requiere
un esfuerzo y por tanto interés y motivación, y la mejor manera de hacerlo es
combinar el cuidado nutricional y el ejercicio físico.
El grado de sobrepeso u obesidad se mide con el
índice de masa corporal (IMC) que se calcula tomando en cuenta la edad de la
persona, el sexo, la talla y el peso; lo normal es un IMC que esté entre 18,5 y
24,9.
No son recomendables las pérdidas de peso drásticas,
la reducción de peso nunca debe ser mayor de 2 Kg al mes, particularmente, soy conservador
y considero que 1 Kg por mes es un buen objetivo.
Fijar objetivo: cuántos Kg perder y en cuánto
tiempo.
El enfoque que empleo, lo denomino “dieta reversa”. El punto de partida es el
consumo normal de alimentos que paciente lleva, y se introducen cambios
progresivos, que la persona pueda tolerar.
Existe una regla que se aplica a casi todas las
actividades humanas, que se llama regla de Pareto. La regla de Pareto establece
que el 20% de los cambios, representan el 80% de los resultados. Lo que se
trata es de identificar el 20% de alimentos o porciones de comida que hay que
cambiar, para que se produzca el 80% del control del peso.
“Dieta en
reversa”, regla de Pareto.
La práctica clínica me ha enseñado que
independientemente del grado de obesidad, ese 20% de cambios se reducen en unas
recomendaciones de tipo nutricional que enumeraré a continuación:
A. Recomendaciones
al comprar comida:
-
Cuando haga el mercado lleve siempre una lista y trate de no salirse de ella.
- No
haga el mercado con hambre.
-
Verifique las etiquetas de los productos, prefiera alimentos sin azúcar añadido
y bajos en grasas.
B. Recomendaciones
al cocinar:
-
Haga comidas sencillas y fáciles de preparar, ayúdese de la guía de recetas de
Alimentarte.
-
Integre a su familia en el proceso de “dieta
en reversa”.
-
Seleccione alimentos ricos en fibra.
-
Utilice especias y condimentos para dar mayor sabor.
-
Prefiera educolorantes al azúcar.
-
Escoja parrilla, asado, vapor a los alimentos fritos.
C. Recomendaciones
en hábitos alimenticios:
-
Desayune una hora después de despertarse, si lo hace después el ciclo del
cerebro del gordo se activa.
-
Trate de mantener un horario fijo para las comidas y para las medias nueves.
-
Procure no saltarse ninguna comida.
- No
tiene por qué comer todos los alimentos del plato, si se siente saciado no
continúe comiendo.
-
Coma despacio, mastique bien los alimentos, para activar las hormonas de
saciedad.
D.
Recomendaciones en alimentos:
-
Incluya batido de proteína Whey en el desayuno (Ni una D más) también lo puede tomar en la tarde si presenta ansiedad por comer.
-
Aumente la ingesta de verduras:
Las
verduras aportan en promedio 70 kcal / 100 g. tienen alto contenido de agua
(75%), bajo contenido de grasa y carbohidratos, además contienen fitoquímicos,
minerales y vitaminas.
-
Mantenga el consumo de legumbres:
Aportan
300 Kcal / 100 g. 9% de agua, alto contenido de proteína, tienen altos niveles
de carbohidratos no digeribles (estaquinosa y rafinosa) que son digeridos por
las bacterias de colon provocando flatulencia. Tienen altos niveles de fibra,
bajos niveles de grasa y altos niveles de vitamina y minerales.
-
Prefiera el aceite de coco y el aceite de oliva, ambos sirven para cocinar y
son saludables.
- Reducir la ingesta de cereales y sus derivados, (harinas, almidones): trigo, arroz, maíz, cebada,
avena, pan, pasta, etc. son altos en carbohidratos que se
convierten en grasa, remplazarlos por harinas más saludables (centeno, maca,
lenteja, garbanzo, almendra, soya, quinua, amaranto).
-
Beba al menos 2 litros de agua al día, preferiblemente entre las 10 am y las 5
pm.
-
Reduzca los alimentos de origen animal.
-
Mantenga el consumo del huevo, tiene buen efecto de saciedad y buen contenido
nutricional (consumir clara y yema).
-
Incluya frutos secos en la dieta: macadamia, maní, soya dulce y salada, pistacho,
almendra, cacahuates, habas.
- La
fruta en la mañana y preferiblemente melón y papaya, disminuir el banano.
- Incluya
probióticos que regeneren la flora intestinal normal
Como conclusión, podemos afirmar que el control
de peso es una tarea que involucra no solamente un cambio de dieta, sino un
cambio de estilo de vida, que debe soportarse en una motivación importante del
paciente, colaboración de parte de la familia.
__________________
(1)
Carajal Azcona Angeles, Manual de nutrición y dietética. Universidad
Complutense de Madrid.
(2)
Jakubowicz Salomon Ni una Dieta mas, 2 Ed Noviembre 2015, Rocco Gráficas
ANDRÉS
NARANJO CUÉLLAR
Médico
y Cirujano (USCO – Colombia)
Máster
en Marketing Farmacéutico (UNED – España)
MBA
(AISM – USA)
miércoles, 10 de enero de 2018
sábado, 6 de enero de 2018
Obesidad - El cerebro del gordo - primera entrega
Esta, es una de tres entregas dedicadas a la
obesidad, en esta oportunidad trataré de explicar el origen hormonal de la
obesidad, y de como esos cambios repercuten en el estado mental de la persona
que padece esta condición. En una segunda entrega se explicará el enfoque
nutricional y finalmente los recursos farmacológicos y quirúrgicos que existen
para el tratamiento.
Cuando hablamos de obesidad tenemos que hacer
referencia a la Insulina. La insulina es una hormona que se produce en el
páncreas y que cumple la función de “abrir la puerta” para que la glucosa, (que
es el alimento) entre en las células de todo el cuerpo. De esta manera, si
existe resistencia a la insulina (RI), la puerta es más pesada y se necesita
más insulina para que la glucosa entre a las células. Los altos niveles de
insulina (hiperinsulinismo) logran compensar la RI, de tal manera que los
exámenes de glicemia pueden resultar normales, pero, mientras tanto, ese
aumento de insulina en el cuerpo provoca aumento del peso.
La RI es una condición hereditaria, pero
también se adquiere por los malos hábitos alimenticios. Los primeros síntomas
de la RI son caída del cabello, cansancio, fatiga, debilidad, posteriormente un
aumento de peso. La RI puede desencadenar en diabetes mellitus (DM), que se
caracteriza por aumento del azúcar en sangre (Glicemia alta), con el daño
subsecuente a todos los órganos. Si a lo anterior se agrega hiperlipidemia
(Colesterol y Triglicéridos altos) e hipertensión arterial, tenemos un coctel
explosivo, que en medicina se conoce con el nombre de síndrome metabólico.
El diagnóstico de RI se puede realizar
clínicamente al encontrar los síntomas anteriormente mencionados, más acantosis
nigricans, que es una marca oscura en el cuello y en los pliegues cutáneos y el
aumento de la grasa abdominal que se caracteriza por una circunferencia
abdominal mayor de 88 cm en mujeres y 102 cm en los hombres. Se confirma con un
examen que se llama curva de tolerancia a la glucosa (CTG).
El problema de la RI, es que también cambia el
funcionamiento hormonal del organismo: el estómago disminuye su capacidad de
saciedad (sentirse lleno), las hormonas que inhiben la sensación de hambre en
el cerebro se fabrican en menos cantidad (cerebro del gordo), y hasta el tejido
adiposo (la grasa) cambia, pues eleva los niveles de adipoquinas, que
incrementa la presión arterial y dañan los vasos sanguíneos, tal como lo
encontraron investigadores de la Universidad Complutense de Madrid (1).
Las personas con cerebro del gordo no sienten
apetito al levantarse, desayunan poco, pero luego se desata una ansiedad
incontrolable por comer. Desafortunadamente, en la mayoría de los casos la
fuerza de voluntad no es suficiente para controlar éste ciclo vicioso.
Un buen inicio para cortar este malévolo ciclo es desayunar todos los días, en la primera hora después de
despertarse, desayunar dos horas después no sirve para cortar el ciclo, sencillamente
porque el eje hormonal ya ha desencadenado el efecto dañino.
Como adelanto, recomiendo ampliamente la proteína
whey (Ni una D más) en el desayuno, sin embargo, en la próxima entrega
profundizaré sobre el manejo dietético en la obesidad.
En resumen, la obesidad no es culpa de quien la
padece, se trata de una enfermedad que tiene su origen en un desarreglo hormonal
heredado o adquirido (IR) y que repercute en el estado mental de quien lo
padece, cortar el ciclo vicioso del cerebro del gordo, no es fácil, pero si se
puede hacer. La primera cosa es tomar en serio el desayuno.
__________________
(1)
http://scielo.isciii.es/scielo.php?pid=S0212-16112009000400004&script=sci_arttext&tlng=pt
(2)
Jakubowicz Salomon Ni una Dieta mas, 2 Ed Noviembre 2015, Rocco Gráficas
ANDRÉS
NARANJO CUÉLLAR
Médico
y Cirujano (USCO – Colombia)
Máster
en Marketing Farmacéutico (UNED – España)
MBA
(AISM – USA)
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