La gastritis es una enfermedad que consiste en la inflamación de la
mucosa gástrica. Produce en la persona que la padece, dolores abdominales,
generalmente de tipo ardor, reflujo, agrieras, dolor detrás del esternón,
erúptos, distensión abdominal, sensación de llenura.
La gastritis se ha convertido en uno de las enfermedades más comunes y
la dieta es un factor primordial en la alta prevalencia de ésta patología. La
mayoría de las personas en el mundo occidental de hoy, comen una dieta que promueve
la inflamación y baja el PH intracelular, una condición llamada acidosis latente. Se sabe que estas dietas conformadas principalmente de alimentos procesados, condicionan el desarrollo de múltiples enfermedades, entre ellas la gastritis.
El enfoque de la medicina tradicional para el manejo de la gastritis, hoy
en día se basa principalmente en la formulación de los medicamentos inhibidores
de la bomba de protones (IBP) dentro de los cuales está el omeprazol, esomeprazol,
lanzopraozol, entre otros, cuya función es disminuir la secreción de ácido
estomacal.
Los IBP inicialmente fueron concebidos para tratar patologías más graves
y específicas, como el reflujo gastroesofágico, el Sindrome de Zollinger Ellison
y las hemorragias digestivas, pero que ahora, se prescriben indiscriminadamente
para el más mínimo síntoma de acidez.
Se debe tener en cuenta que éstos medicamentos no son inocuos y el
consumo prolongado está relacionado con la osteoporosis y las fracturas de
cadera, tal como lo comprueba una revisión bibliográfica realizada por los Doctores
Quintana, Otero y Melgar, publicada en la revista colombiana de
gastroenterología (1). Además, de que existe una relación estadísticamente significativa
entre el consumo crónico de IBP y la Demencia, según una reciente publicación
en la Revista Americana de Neurología (JAMA) (2)
Por lo tanto, el manejo dietético es obligatorio para el control de la
gastritis, para lo cual existen tres principios básicos:
Primero: Reduzca el azúcar;
incluidos los de origen natural como la miel y la panela, con moderada
restricción de la fruta (fructosa). Los azucares alteran microflora intestinal
y propician el crecimiento de bacterias dañinas para la mucosa gástrica
(Helicobacter pylori) y bacterias que producen la caries (Streptococcus mutans,
Lactobacilos acidophilus).
Segundo: Consuma diariamente
alimentos que favorezcan la regeneración de la flora intestinal: Yogurth a base
de benecol® y probióticos.
Tercero: Incorpore a su dieta
alimentos que promuevan la alcalinidad: Expandido de Mijo, Vinagre de frutas,
cristales de sábila, jengibre en polvo, que tiene un efecto gastroprotector
superior al lansoprazol (3), harina de maca, Whey Protein que por su lento vaciado
gástrico, mejora la tolerancia de la mucosa a los ácidos estomacales.
Todas éstas recomendaciones deben ir acompañadas de otras recomendaciones
generales como son la disminución del consumo de alcohol, bebidas gaseosas, eliminar
el cigarrillo, mantener ejercicio físico aeróbico 30 minutos diarios al menos
tres veces por semana.
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ANDRÉS NARANJO CUÉLLAR
Médico y Cirujano (USCO Col.)
Máster en Marketing Farmacéutico (UNED Esp.)
MBA AISM (USA)
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