lunes, 4 de diciembre de 2017

Impácto de la dieta en la gastritis

La gastritis es una enfermedad que consiste en la inflamación de la mucosa gástrica. Produce en la persona que la padece, dolores abdominales, generalmente de tipo ardor, reflujo, agrieras, dolor detrás del esternón, erúptos, distensión abdominal, sensación de llenura.

La gastritis se ha convertido en uno de las enfermedades más comunes y la dieta es un factor primordial en la alta prevalencia de ésta patología. La mayoría de las personas en el mundo occidental de hoy, comen una dieta que promueve la inflamación y baja el PH intracelular, una condición llamada acidosis latente. Se sabe que estas dietas conformadas principalmente de alimentos procesados, condicionan el desarrollo de múltiples enfermedades, entre ellas la gastritis.

El enfoque de la medicina tradicional para el manejo de la gastritis, hoy en día se basa principalmente en la formulación de los medicamentos inhibidores de la bomba de protones (IBP) dentro de los cuales está el omeprazol, esomeprazol, lanzopraozol, entre otros, cuya función es disminuir la secreción de ácido estomacal.

Los IBP inicialmente fueron concebidos para tratar patologías más graves y específicas, como el reflujo gastroesofágico, el Sindrome de Zollinger Ellison y las hemorragias digestivas, pero que ahora, se prescriben indiscriminadamente para el más mínimo síntoma de acidez.

Se debe tener en cuenta que éstos medicamentos no son inocuos y el consumo prolongado está relacionado con la osteoporosis y las fracturas de cadera, tal como lo comprueba una revisión bibliográfica realizada por los Doctores Quintana, Otero y Melgar, publicada en la revista colombiana de gastroenterología (1). Además, de que existe una relación estadísticamente significativa entre el consumo crónico de IBP y la Demencia, según una reciente publicación en la Revista Americana de Neurología (JAMA) (2)

Por lo tanto, el manejo dietético es obligatorio para el control de la gastritis, para lo cual existen tres principios básicos:

Primero: Reduzca el azúcar; incluidos los de origen natural como la miel y la panela, con moderada restricción de la fruta (fructosa). Los azucares alteran microflora intestinal y propician el crecimiento de bacterias dañinas para la mucosa gástrica (Helicobacter pylori) y bacterias que producen la caries (Streptococcus mutans, Lactobacilos acidophilus).

Segundo: Consuma diariamente alimentos que favorezcan la regeneración de la flora intestinal: Yogurth a base de benecol® y probióticos.

Tercero: Incorpore a su dieta alimentos que promuevan la alcalinidad: Expandido de Mijo, Vinagre de frutas, cristales de sábila, jengibre en polvo, que tiene un efecto gastroprotector superior al lansoprazol (3), harina de maca, Whey Protein que por su lento vaciado gástrico, mejora la tolerancia de la mucosa a los ácidos estomacales.

Todas éstas recomendaciones deben ir acompañadas de otras recomendaciones generales como son la disminución del consumo de alcohol, bebidas gaseosas, eliminar el cigarrillo, mantener ejercicio físico aeróbico 30 minutos diarios al menos tres veces por semana.
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ANDRÉS NARANJO CUÉLLAR
Médico y Cirujano (USCO Col.)
Máster en Marketing Farmacéutico (UNED Esp.)
MBA AISM (USA)

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