viernes, 25 de mayo de 2018

¿Evolución o Involución Nutricional?


Los cambios en los estilos de vida, y especialmente en los hábitos alimenticios, que han ocurrido en las últimas tres décadas, tiene hasta cierto modo desconcertado a nuestro propio organismo.

La transición de la caza y la recolección a la agricultura, así como el uso del fuego para cocinar alimentos y el establecimiento de las comunidades en un lugar fijo, cambió la composición de la dieta en varias formas. Por ejemplo, la domesticación de los animales alteró la composición nutricional de la carne del ganado en comparación con la de los animales salvajes, en donde el contenido de colesterol y grasas saturadas era mucho menor; la agricultura redujo dramáticamente la diversidad de plantas comestibles, restringiendo la dieta aquellas que era posible cultivar (1).

La Revolución Industrial, introdujo en la dieta una serie de alimentos, hasta entonces desconocidos por la raza humana, azúcares refinados, cereales procesados, grasas trans resultantes del proceso industrial de convertir aceites sólidos en líquidos, con la consecuente disminución de muchos micronutrientes y la casi desaparición de varios antioxidantes de la dieta (1).

En la era informática se aumentó un problema adicional, el sedentarismo, la irregularidad de hábitos dietéticos, y las agresivas campañas de publicidad de comida chatarra, han conducido a una epidemia global de obesidad, con el aumento de toda una serie de patologías, que hoy en el argot médico se conocen como enfermedades crónicas no transmisibles.

En el mismo sentido, hoy en día las dietas son principalmente ácidas (bebidas gaseosas, bebidas energizantes, harinas, bebidas azucaradas, dulces, productos procesados de granjas industrializadas, o productos vegetales con altas cargas de fertilizantes). Las bacterias dañinas aman estas dietas ácidas lo que predispone a infecciones. Además, el organismo trabaja duro para mantener el balance de Ph acido-básico adecuado, de tal forma, que si la comida es ácida, el cuerpo saca la reserva interna alcalina para contrarrestar el ácido, es decir, extrae magnesio, calcio y aluminio (minerales básicos) de los huesos y músculos; esto estaría bien de vez en cuando, pero si se convierte en algo constante, predispone a osteoporosis y otras enfermedades.

En términos generales, la dieta actual, difiere de la dieta ancestral en los siguientes aspectos:
1.       Mayor carga glucémica (azúcar y harinas).
2.       Menor contenido en fibra.
3.       Ácidos grasos trans, que antes no existían.
4.       Mayor contenido de ácidos grasos saturados
5.       Menor ingesta de micronutrientes.
6.       Disminución de ingesta de antioxidantes (Carotenoides, Alilsulfuros, Polifenoles, Terpenoides).
7.       Dieta con PH ácido.
8.       Niveles dramáticamente reducidos de actividad física.

La información genética acumulada durante milenios por el humano, no se adapta tan fácilmente a estos cambios dietéticos y de estilos de vida, y los genes “ahorradores” que fueron positivamente seleccionados para soportar largos periodos de escasez y hambruna, hoy resultan contradictoriamente perjudiciales, ante el exceso de disponibilidad de comida. Estos genes siguen buscando guardar energía en forma de grasa (adipositos), para los tiempos de hambruna, yo hoy por hoy, no es tan frecuente que exista una hambruna (2).

Como conclusión podemos decir que por milenios nuestro organismo ha estado diseñado para superar hambrunas, que los cambios de estilo de vida y alimentación tan abruptos de las últimas tres décadas, no han permitido que nuestros genes encuentren la manera de adaptarse tan rápidamente. Nuestro organismo sigue siendo un “ahorrador” y actúa como tal, almacenando energía en forma de grasa. Este problema ha generado una gran cantidad de enfermedades crónicas no transmisibles, (hipertensión, diabetes, síndrome de colon irritable, enfermedades inmunológicas, etc).

La única manera de evitar enfermar a nuestro propio organismo, es suministrarle los alimentos que realmente necesita, en cantidades y calidades adecuadas y ejercitando nuestro cuerpo.

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(1) Lucock MD, Martin CE, Yates ZR, Veysey M. Diet an oru genetic legancy in the recent atrhropocenter: A DArwinina perspective to nutricional healt. Journal of Evidence-Based Complementary & Alternative Medicine
(2) Walley AJ, Blakemore AIF, Froguel Pl. Genetics of obesity an the prediction of risk for healt. Human Molecular Genetics, 2006; 15.


ANDRÉS NARANJO CUÉLLAR
Médico y Cirujano (USCO – Colombia)
Máster en Marketing Farmacéutico (UNED – España)
MBA (AISM – USA)

jueves, 17 de mayo de 2018

Ensalada de manzanas asadas


Por petición de nuestros seguidores en redes sociales, en esta ocasión enviaremos otra receta vegana saludable.

Ingredientes:
·         2 Manzanas picadas en 8 trozos cada una.
·         4 hojas de lechuga crespa cortes gruesos
·         2 cucharadas de mantequilla
·         4 cucharadas de miel
·         ½ cucharadita de canela
·         Aceite de oliva virgen extra (Rafael Salgado)
·         125 gramos de Almendras
·         Tofu marca Apetei (del sabor que desee, italiano, español, verduras, natural o queso)
·         Vinagre Golden del sabor que desee (Pitya, piña, guanábana, mango, tomate de árbol, curúba, granadilla, manzana)

Preparación:
Asar las manzanas en una plancha con mantequilla, agregando la canela y la miel. Sacar cuando estén doradas (ojo no dejar pasar porque se arrugan y quedan con mala presentación).
Recoger los jugos de la cocción, agregar el vinagre para formar la vinagreta.
Mezclar los demás ingredientes y servir la vinagreta conjuntamente con la ensalada.



Beneficios:
La manzana es de los alimentos más saludables que existen, contiene pectina que es una fibra que mejora el estreñimiento, sirve para disminuir las grasas de la sangre, contiene potasio que ayuda a controlar la presión arerial.
Lechuga es un vegetale que aporta vitaminas A, C y B, además de calcio, magnesio y potasio. Es excelente para dietas de adelgazamiento por su bajo aporte calórico, prácticamente su proceso de digestión consume más energía del que es capaz de aprtar.
El aceite de oliva aporta grasas monoinsaturadas y polinsaturadas ricas en ácido linolénico (Omega 3) que disminuye el colesterol LDL (colesterol malo) y aumenta el HDL (colesterol bueno), es ampliamente usado en las dietas mediterráneas.
El tofu es un queso hecho de soya, que aporta flavonoides, microelementos que ayudan a regular la función del sistema endocrino, y mejorar los síntomas del climaterio (menopáusia).
Vinagre. Recomendamos ampliamente los vinagres Golden, que son fabricados mediante un proceso de doble fermentación de la pulpa de fruta, sin adición de alcohol. Dependiendo del tipo de vinagre seleccionado, los beneficios obtenidos difieren.

ANDRÉS NARANJO CUÉLLAR
Médico y Cirujano (USCO – Colombia)
Máster en Marketing Farmacéutico (UNED – España)
MBA (AISM – USA)

domingo, 6 de mayo de 2018

Ensalada de hamburguesa de amaranto


En esta oportunidad vamos a tomarnos un receso. Dejaremos de lado la rigurosidad científica de la Medicina nutricional, y voy a compartir con mis lectores una fabulosa receta vegana que preparé el fin de semana. Al final, les resumo, para qué son buenos los alimentos consumidos en esta receta.

Ingredientes:
·         4 rodajas de hamburguesa de amaranto (El Artesano)
·         4 hojas de espinaca cortes finos
·         4 hojas de lechuga crespa cortes finos
·         2 tomates chontos en rodajas
·         ½ pimentón en julianas
·         1 aguacate cortado en trocitos
·         Hojitas de perejil al gusto
·         Aceite de oliva virgen extra (Rafael Salgado)
·         2 dietes de ajo
·         2 huevos de gallina o sustituto en polvo del huevo
·         Vinagre Golden sabor Pitahaya

Preparación:
Las hamburguesas de amaranto: Colocar en un sartén las 4 rodajas de hamburguesas de amaranto y saltearlos en aceite de olivas, ajo, pimentón cortado en julianas finas, hojas de perejil a fuego lento durante 10 minutos, voltear las hamburguesas para que se tuesten por ambos lados.
La vinagreta: licuar a máxima potencia 4 cucharadas del vinagre de pitahaya, sal al gusto, pimienta al gusto, ½ vaso de agua, e ir agregando aceite de oliva y los dos huevos, hasta obtener consistencia cremosa.
Mezclar todos los demás ingredientes y servir.



Beneficios:
El amaranto es una semilla con alto contenido en proteína, contiene el aminoácido lisina en alta concentración, necesario para la formación de varias enzimas en el organismo.
Lechuga y espinaca son vegetales que aportan vitaminas A, C y B, además de calcio, magnesio y potasio. Son excelentes para dietas de adelgazamiento por su bajo aporte calórico.
El pimentón aporta carotenos y el tomate licopenos, ambos, potentes antioxidantes. Su consumo se ha relacionado con baja incidencia de cáncer.
Aguacate y aceite de oliva aportan grasas polinsaturadas ricas en ácido linolénico (Omega 3) que disminuye el colesterol LDL (colesterol malo) y aumenta el HDL (colesterol bueno).
Ajo, el principal componente del ajo es la alicina, potente antimicrobiano natural, que mejora la respuesta inmune.
Vinagre. Recomendamos ampliamente los vinagres Golden, que son fabricados mediante un proceso de doble fermentación de la pulpa de fruta, sin adición de alcohol. Dependiendo del tipo de vinagre seleccionado, los beneficios obtenidos difieren.

ANDRÉS NARANJO CUÉLLAR
Médico y Cirujano (USCO – Colombia)
Máster en Marketing Farmacéutico (UNED – España)
MBA (AISM – USA)