miércoles, 28 de febrero de 2018

Alimentos que protegen contra el cáncer - Primera entrega

En ésta entrega veremos desde una óptica científica, pero sencilla, la forma como los nutrimentos son capaces de proteger nuestro organismo contra el cáncer.

El instituto Nacional de Cáncer de España (INCE) define el cáncer como un conjunto de enfermedades relacionadas, en las que un grupo de células del cuerpo, empiezan a dividirse, sin detenerse, e invaden los tejidos alrededor, ocasionando alteraciones en el funcionamiento del organismo (1). En algunas ocasiones estas células cancerosas, pueden viajar a otros sitios, a través del sistema circulatorio, formando lo que se llama metástasis.

El cáncer aparece debido a cambios en los genes que controlan las células, estos cambios genéticos pueden ser heredados o adquiridos, por radiación UV del sol, humo del cigarrillo, exposición a sustancias químicas, o alimentos procesados.

Así como algunas exposiciones pueden ser perjudiciales y dañan el ADN provocando cáncer, hay nutrientes que actúan positivamente en el organismo, previniendo el cáncer e incluso, cuando estos alimentos se administran con radioterapia o quimioterapia, pueden mejorar la eficacia de los tratamientos, al aumentar la respuesta tumoral, disminuir la toxicidad y sensibilizar las células tumorales a la quimioterapia concomitante.

El cáncer se puede desarrollar por dos motivos fundamentales:
1. Error en la división celular, en la que por motivos que veremos enseguida, fallan los mecanismos que controlan la correcta formación del ADN (Ácido Desoxirribonuclico).
2. Error en la apoptosis, o muerte celular programada. El ciclo normal de la vida consiste en nacimiento, crecimiento, reproducción y muerte, esto para las personas y también para las células de nuestro organismo. Pues bien, cuando fallan los mecanismos, que permiten que las células viejas mueran, se genera el cáncer.

1.       Errores en la división celular.

Apenas una célula nace, empieza su crecimiento, una intensa actividad bioquímica en la que se generan los órganos que ella requiere, la necesidad de alimento es intensa, es la fase G1.

Al finalizar esta fase G1 está el primer control en G1, y de éste control depende de si la célula se queda en ésta fase, o pasa a la siguiente. La decisión de quedarse o seguir depende de tres aspectos: que la célula haya adquirido el tamaño adecuado, que cuente con la disponibilidad de alimento necesario y que haya demanda por nuevas células.

Si la célula recibe la orden de continuar pasa a la fase S, o fase de síntesis, en la cual ocurre la replicación del ADN. Tiene una duración aproximada de siete horas, y en ella el ADN se duplica, para prepararse para la división celular en la que ésta célula va dar origen a dos células hijas idénticas.

La siguiente es la fase G2, también llamada de compactación o de condensación. En ésta fase todo el ADN replicado, se empaqueta y se alista para dividirse en las dos células hijas, tiene una duración aproximada de tres horas.
Al finalizar la fase G2 está el segundo control en G2, en la que la célula verifica que todo el ADN se encuentre replicado y en buenas condiciones, es decir, que no haya daños del ADN.

Una vez la célula haya superado el segundo punto de control, entra en la fase M, o de mitosis, que es la división propiamente dicha. En ésta fase ocurre la repartición equitativa del material genético entre las dos células hijas, iguales a las que le dio el origen, pero más pequeñas. Dentro de esta fase hay un tercer control, en la que la célula verifica que los cromosomas (ADN empaquetado) se haya alineado correctamente. En caso de que no haya sido así, se aborta la división y la célula muere, sin producir las dos células hijas.

Figura 1: Esquema para explicar la regulación del ciclo celular y la ubicación de los puntos de control dentro de las fases del ciclo celular. Fuente Nutrición Molecular Gordillo Bastidas.

Las señales encargadas de ejercer los puntos de control son proteínas llamadas Ciclinas y Cinasas dependientes de Ciclinas (CDK), que al unirse con una molécula de fosforo (P),      conforman lo que se denomina Complejo CDK/C activo (Ver Figura 2), que son los que le dan vía libre a la continuación del ciclo celular. En caso de que no se forme el complejo CDK/C el ciclo celular será detenido.

Figura 2: Ilustración esquemática del complejo CDK/C activo que comprende las proteínas CDK (Cinasa dependiente de cicllina) + Ciclina + Fosforo

Hay varios nutrimentos que pueden hacer que se forme o no el complejo CDK/C, y que por lo tanto se detenga o no el ciclo celular. Así las cosas, si el ADN está dañado, y a pesar de esto, el complejo CDK/C se forma, el ciclo celular prosigue, generando células dañadas, que continúan reproduciéndose sin control generando un cáncer.

Los nutrimentos que actúan evitando errores en la división celular son:
- Complejo B: Se encuentra en fideos de frijol, semillas de girasol, almendras, lentejas, espinacas.
- Metionina: almendras, semillas de girasol, semillas de calabaza
- Ácido Retinoico: Aceite de coco, aceite de ajonjolí, frutas amarillas y anaranjadas (papaya, mango), zanahoria.
- Vitamina D: Exposición solar, pescado, salsa de pescado, arenques, Espadines.
- Resveratrol: Cacahuate, arándanos rojos y morados, piña, uva.
- Genisteína: Soya, café
- Epigalocatecina-3-galato (EGCG): Té verde, Té rojo, Té blanco, Té negro
- Magnesio: En suplemento en forma de óxido de Magnesio, evitar el cloruro de magnesio.
- Fosforo: Pescado, arenques, espadines.

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En una próxima entrega analizaremos el segundo punto, la apoptosis, que es igual de importante para prevenir el cáncer, y mencionaremos los alimentos que actúan sobre la misma.

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(2) Gordillo Bastidas Daniela, Gordillo Bastidas Elizabeth. Nutrición Molecular. Ed. McGrawHill 1 Ed 2015

Lecturas relacionadas http://alimentartesas.blogspot.com.co


ANDRÉS NARANJO CUÉLLAR
Médico y Cirujano (USCO – Colombia)
Máster en Marketing Farmacéutico (UNED – España)
MBA (AISM – USA)

sábado, 17 de febrero de 2018

Nutrición y genes, verdades y mitos

En esta entrega se pretende explicar de manera sencilla, la forma como interaccionan los alimentos con los genes; y por lo tanto, la alimentación puede ser un determinante fundamental en si se expresa, o no, un determinado gen. En otras palabras, existe una interacción gen-nutrimento. La alimentación repercutirá en una buena salud, o por el contrario en la en enfermedad en individuos con igual carga genética, así lo han determinado estudios clínicos con hermanos gemelos.

La impresión general que se tiene, es que la genética nos condiciona, que se trata de una tabla grabada en piedra que no se puede cambiar, y que venimos predeterminados a sufrir todas las enfermedades que nuestros antepasados nos heredaron; pero este concepto es inexacto. La verdad es que los alimentos ingeridos contienen componentes principales, o sustancias bioactivas que influyen de manera directa en la expresión genómica. Los nutrimentos pueden actuar de manera conjunta o individual, creando, activando, o desactivando receptores que permiten que uno o más genes se expresen, o se queden callados.

La Nutrigenómica es la ciencia que estudia estas interacciones entre genes y alimentos. Es una ciencia nueva que ha surgido gracias a que el 14 de abril del 2003 y después de un trabajo de 23 años, en el que colaboraron organismos de investigación de todo el mundo, finalmente se pudo decodificar el genoma humano.

Con la secuenciación del genoma humano, se han desarrollado herramientas que han permitido conocer las variaciones genéticas que se relacionan con la salud y la enfermedad. Estas variaciones genéticas se conocen como polimorfismos.


Sin pretender dar una clase de medicina, y con el ánimo de ser esquemáticos, voy a comparar el genoma humano (herencia) con una escalera de lego. La escalera de lego del genoma (el humano, y de todas las especies conocidas) solamente tiene 4 tipos de fichas. Estas fichas se llaman nucleótidos: Adenina, Timina, Guanina y Citocina. Y se emparejan (A-T; G-C), como lo muestra el esquema abajo.


A la secuencia de pares de fichas, que contiene la información necesaria para sintetizar o crear una molécula que cumpla una función específica en el cuerpo, se le denomina gen.

Los nutrimentos de la dieta están implicados en todo este proceso por varias razones principales:
·         Son necesarios para la formación de las fichas de lego (nucleótidos).
·         Son capaces de provocar cambios en la secuencia, o en el orden en que se ubican las fichas, es decir son capaces de provocar polimorfismos.
·         Alteran la forma en que los genes se pueden organizar para ser expresados o no.

Y lo más asombroso, esos cambios pueden ser positivos o negativos, dependiendo del tipo de nutriente, y esos cambios pueden ser heredados. Es decir, al consumir mejores alimentos, no solamente estamos mejorando nuestra salud, sino que también estamos mejorando la herencia genética que dejamos a nuestros hijos; y por el contrario, los malos hábitos alimenticios empeoran nuestros genes y por lo tanto, dañamos la herencia genética de nuestra descendencia.

Como conclusión podemos afirmar con certeza, que con los hábitos alimenticios saludables, no solamente mejoramos nuestra salud, sino también la de nuestros hijos y la de nuestra descendencia.
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(1) Gordillo Bastidas Daniela, Gordillo Bastidas Elizabeth. Nutrición Molecular. Ed. McGrawHill 1 Ed 2015
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ANDRÉS NARANJO CUÉLLAR
Médico y Cirujano (USCO – Colombia)
Máster en Marketing Farmacéutico (UNED – España)
MBA (AISM – USA)

viernes, 2 de febrero de 2018

Obesidad - Tratamiento quirúrgico - Cuarta y última entrega

En esta última entrega sobre obesidad explicaremos el tratamiento quirúrgico para la obesidad.
En principio, es importante saber que, en los procedimientos quirúrgicos para disminución de peso, se excluye los tratamientos estéticos, como la lipoescultura, liposucción, etc.

El tratamiento quirúrgico para la obesidad es un método de última elección, cuando todos los demás tratamientos han fracasado, y que además se cumplan los siguientes requisitos:

1.     Edad entre 18 y 60 años.
2.     Obesidad Grado III (IMC mayor 40 o más) u obesidad Grado II (IMC 35 a 39.9) si hay asociado comorbilidad importante (diabetes mellitus tipo 2, hipertensión arterial, apnea del sueño, dislipidemia, enfermedad articular)
3.     Obesidad con evolución mayor a cinco años.
4.     Fracasos repetidos al tratamiento médico.
5.     Riesgo quirúrgico bajo a moderado.
6.     Ausencia de contraindicaciones psiquiátricas (psicosis, bulimia, etc.).
7.     Ausencia de alcoholismo o farmacodependencia.
8.     Ausencia de contraindicaciones médicas (nefropatía avanzada, neoplasias, etc.).
9.     Ausencia de alteraciones endocrinas “activas”.
10. Capacidad de comprensión y colaboración.
11. Compromiso de seguimiento postoperatorio

Los procedimientos conllevan un riesgo implícito con una tasa de mortalidad promedio del 2%, que se incrementa con las comorbilidades asociadas. Las principales complicaciones a corto plazo son las ulceras gástricas, vómitos persistentes, y en un lapso de dos años el 90% de los pacientes desarrollan cálculos en la vesícula (colelitiasis). En el primer año posterior a la cirugía se prescriben multivitamínicos para evitar enfermedades carenciales.

Las técnicas quirúrgicas empleadas para el tratamiento de la obesidad se dividen en malabsortivas en las que se interrumpen la absorción de nutrientes, y las técnicas restrictivas, en las que se disminuye el tamaño del estómago, pero se pueden combinar:

ByPass Gástrico en Y de Roux: procedimiento bariático más comúnmente realizado en todo el mundo, consiste en reducir el tamaño del estómago y hacer un puente para disminuir la absorción de nutrientes (malabsortivo y restrictivo a la vez).


Manga Gástrica – Sleeve gastrectomy: Consiste en reducir el estómago a una fracción de su tamaño original (restrictivo)




Switch Duodenal: técnica restrictiva y malabsortiva en la que se hace un puente para disminución de paso de nutrientes y se reduce el tamaño del estómago para obtener saciedad con menor consumo de alimentos. Es la técnica más reciente y con excelentes resultados, sin embargo, requiere suplemento nutricional permanente.



Balón intragástrico: Alternativa para la obesidad moderada, o cuando existen contraindicaciones para los otros métodos mencionados, es reversible, se hace vía endoscópica. Se coloca un dispositivo en el estómago que ocupa entre 400 a 800 cc, aumentando la saciedad.


Hemos terminado con cuatro entregas sobre obesidad. La conclusión principal que se puede sacar es que el mejor tratamiento para la obesidad es la prevención. No existe una “pasta mágica” que baje de peso; el control del peso pasa por un cambio de mentalidad, estilo de vida, hábitos, práctica de ejercicio, dieta saludable, colaboración de la familia, control médico y en caso necesario medicamentos y cirugía.


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(1) http://www.doctorortiz.com.co
(3) Entrevista Dr. Benjamín Gómez, Médico sometido a cirugía bariática en el 2016.

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ANDRÉS NARANJO CUÉLLAR
Médico y Cirujano (USCO – Colombia)
Máster en Marketing Farmacéutico (UNED – España)
MBA (AISM – USA)