viernes, 19 de enero de 2018

Obesidad - Tratamiento farmacológico - Tercera entrega

En la primera entrega, se explicó el síndrome de resistencia a la insulina (RI), y del ciclo del cerebro del gordo. En la segunda parte, se revisó el enfoque nutricional de la obesidad.

Ahora vamos a hacer un resumen de los fármacos que se emplean para tratar la obesidad, y para facilidad en la lectura, el tratamiento quirúrgico lo haré en una entrega extra.

En principio es necesario destacar que el tratamiento farmacológico se emplea como apoyo al tratamiento dietético de reducción de ingesta de carbohidratos y el ejercicio. Los medicamentos nunca se emplean como única medida para reducir de peso.

Es importante mencionar, que en Colombia en único medicamento autorizado para el tratamiento coadyuvante para bajar de peso es el orlistat (Xenical®), ejerce su efecto a través de la disminución de la absorción de las grasas. Bloquea la absorción de cerca del 30% de las grasas ingeridas. Produce sensación de llenura, y tiene algunos efectos no deseados, como diarrea, flatulencia y distensión abdominal, síntomas que son más pronunciados al principio del tratamiento y mejoran después de dos semanas. Puede interferir con la absorción de vitaminas liposolubles (A, D, E, K) por lo que los multivitamínicos, se debe suministrar concomitantemente con el tratamiento. Es importante que el uso de éste medicamento esté bajo supervisión médica.

Pero como ya dije, el medicamento en ningún caso debe figurar como primera línea para corregir el problema, debe ser agregado, solo cuando la dieta y el ejercicio no han sido suficientes.

Otros medicamentos anteriormente utilizados para la reducción del apetito, como la fenfluramina, dexfenfluramina, fenilpropanolamina, dietilpropion, fentermina y benflorex han sido retirados del mercado por problemas de seguridad, relacionados con abuso, dependencia, insomnio, irritabilidad, problemas cardiacos, hipertensión arterial e hipertensión pulmonar. Recientemente se retiró del mercado la sibutramina por provocar infarto del miocardio y el rimonabant por trastronos psiquiátricos, específicamente depresión, autolesión y suicidio. Por último, el lorcaserin (Belviq®) aprobado por la FDA (Administración de Drogas y Alimentos por sus siglas en inglés) también está siendo cuestionado por mayor riesgo de enfermedades cardíacas, depresión y disminución de la memoria (1).

Sin embargo, existen otros medicamentos aprobados para otras condiciones o patologías, que también ayudan a disminuir el peso, algunos ejemplos son: antidepresivos (fluoxetina), anticonvulsivantes (topiramato), antimigrañosos (efedrina), medicamentos empleados para la diabetes (metformina, empaglifozina, liraglutide).

Algunos alimentos por diferentes mecanismos son coadyuvantes en el control de peso, ejemplo: Alimentos saciantes (Proteina whey), fibras antiestreñimiento (goma guar), Té verde, esto ya fue revisado en la entrega anterior.(2).

Como conclusión, el uso de medicamentos para la reducción de peso es un coadyuvante en el tratamiento dietético hipocalórico y el ejercicio, Nunca debe emplearse como única medida para el manejo de la obesidad y siempre debe usarse bajo supervisión médica.
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(1) Isaza Carlos A, Isaza Gustavo, Fundamentos de Farmacología en Terapéutica. 6 Ed Ed 2015. Celsus.
(2) http://www.msc.es/biblioPublic/publicaciones/docs/vol26_5_obesidad.pdf.


ANDRÉS NARANJO CUÉLLAR
Médico y Cirujano (USCO – Colombia)
Máster en Marketing Farmacéutico (UNED – España)
MBA (AISM – USA)

viernes, 12 de enero de 2018

Obesidad - Enfoque nutricional - Segunda entrega

En la entrega anterior revisamos el origen hormonal de la obesidad, el síndrome de resistencia a la insulina (RI), y de los cambios que se producen en la persona, no solo a nivel orgánico, sino también mental, (cerebro del gordo).

En esta oportunidad vamos a abordar de la manera más esquemática posible, los principios básicos para lograr controlar el peso.

Cualquier intento por reducir el peso requiere un esfuerzo y por tanto interés y motivación, y la mejor manera de hacerlo es combinar el cuidado nutricional y el ejercicio físico.

El grado de sobrepeso u obesidad se mide con el índice de masa corporal (IMC) que se calcula tomando en cuenta la edad de la persona, el sexo, la talla y el peso; lo normal es un IMC que esté entre 18,5 y 24,9.

No son recomendables las pérdidas de peso drásticas, la reducción de peso nunca debe ser mayor de 2 Kg al mes, particularmente, soy conservador y considero que 1 Kg por mes es un buen objetivo.

Fijar objetivo: cuántos Kg perder y en cuánto tiempo.

El enfoque que empleo, lo denomino “dieta reversa”. El punto de partida es el consumo normal de alimentos que paciente lleva, y se introducen cambios progresivos, que la persona pueda tolerar.
Existe una regla que se aplica a casi todas las actividades humanas, que se llama regla de Pareto. La regla de Pareto establece que el 20% de los cambios, representan el 80% de los resultados. Lo que se trata es de identificar el 20% de alimentos o porciones de comida que hay que cambiar, para que se produzca el 80% del control del peso.

“Dieta en reversa”, regla de Pareto.

La práctica clínica me ha enseñado que independientemente del grado de obesidad, ese 20% de cambios se reducen en unas recomendaciones de tipo nutricional que enumeraré a continuación:

A. Recomendaciones al comprar comida:
- Cuando haga el mercado lleve siempre una lista y trate de no salirse de ella.
- No haga el mercado con hambre.
- Verifique las etiquetas de los productos, prefiera alimentos sin azúcar añadido y bajos en grasas.

B. Recomendaciones al cocinar:
- Haga comidas sencillas y fáciles de preparar, ayúdese de la guía de recetas de Alimentarte.
- Integre a su familia en el proceso de “dieta en reversa”.
- Seleccione alimentos ricos en fibra.
- Utilice especias y condimentos para dar mayor sabor.
- Prefiera educolorantes al azúcar.
- Escoja parrilla, asado, vapor a los alimentos fritos.

C. Recomendaciones en hábitos alimenticios:
- Desayune una hora después de despertarse, si lo hace después el ciclo del cerebro del gordo se activa.
- Trate de mantener un horario fijo para las comidas y para las medias nueves.
- Procure no saltarse ninguna comida.
- No tiene por qué comer todos los alimentos del plato, si se siente saciado no continúe comiendo.
- Coma despacio, mastique bien los alimentos, para activar las hormonas de saciedad.

D. Recomendaciones en alimentos:
- Incluya batido de proteína Whey en el desayuno (Ni una D más) también lo puede tomar en la tarde si presenta ansiedad por comer.
- Aumente la ingesta de verduras:
Las verduras aportan en promedio 70 kcal / 100 g. tienen alto contenido de agua (75%), bajo contenido de grasa y carbohidratos, además contienen fitoquímicos, minerales y vitaminas.
- Mantenga el consumo de legumbres:
Aportan 300 Kcal / 100 g. 9% de agua, alto contenido de proteína, tienen altos niveles de carbohidratos no digeribles (estaquinosa y rafinosa) que son digeridos por las bacterias de colon provocando flatulencia. Tienen altos niveles de fibra, bajos niveles de grasa y altos niveles de vitamina y minerales.
- Prefiera el aceite de coco y el aceite de oliva, ambos sirven para cocinar y son saludables.
- Reducir la ingesta de cereales y sus derivados, (harinas, almidones): trigo, arroz, maíz, cebada, avena, pan, pasta, etc. son altos en carbohidratos que se convierten en grasa, remplazarlos por harinas más saludables (centeno, maca, lenteja, garbanzo, almendra, soya, quinua, amaranto).
- Beba al menos 2 litros de agua al día, preferiblemente entre las 10 am y las 5 pm.
- Reduzca los alimentos de origen animal.
- Mantenga el consumo del huevo, tiene buen efecto de saciedad y buen contenido nutricional (consumir clara y yema).
- Incluya frutos secos en la dieta: macadamia, maní, soya dulce y salada, pistacho, almendra, cacahuates, habas.
- La fruta en la mañana y preferiblemente melón y papaya, disminuir el banano.
- Incluya probióticos que regeneren la flora intestinal normal

Como conclusión, podemos afirmar que el control de peso es una tarea que involucra no solamente un cambio de dieta, sino un cambio de estilo de vida, que debe soportarse en una motivación importante del paciente, colaboración de parte de la familia.
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(1) Carajal Azcona Angeles, Manual de nutrición y dietética. Universidad Complutense de Madrid.
(2) Jakubowicz Salomon Ni una Dieta mas, 2 Ed Noviembre 2015, Rocco Gráficas

ANDRÉS NARANJO CUÉLLAR
Médico y Cirujano (USCO – Colombia)
Máster en Marketing Farmacéutico (UNED – España)
MBA (AISM – USA)

sábado, 6 de enero de 2018

Obesidad - El cerebro del gordo - primera entrega

Esta, es una de tres entregas dedicadas a la obesidad, en esta oportunidad trataré de explicar el origen hormonal de la obesidad, y de como esos cambios repercuten en el estado mental de la persona que padece esta condición. En una segunda entrega se explicará el enfoque nutricional y finalmente los recursos farmacológicos y quirúrgicos que existen para el tratamiento.

Cuando hablamos de obesidad tenemos que hacer referencia a la Insulina. La insulina es una hormona que se produce en el páncreas y que cumple la función de “abrir la puerta” para que la glucosa, (que es el alimento) entre en las células de todo el cuerpo. De esta manera, si existe resistencia a la insulina (RI), la puerta es más pesada y se necesita más insulina para que la glucosa entre a las células. Los altos niveles de insulina (hiperinsulinismo) logran compensar la RI, de tal manera que los exámenes de glicemia pueden resultar normales, pero, mientras tanto, ese aumento de insulina en el cuerpo provoca aumento del peso.

La RI es una condición hereditaria, pero también se adquiere por los malos hábitos alimenticios. Los primeros síntomas de la RI son caída del cabello, cansancio, fatiga, debilidad, posteriormente un aumento de peso. La RI puede desencadenar en diabetes mellitus (DM), que se caracteriza por aumento del azúcar en sangre (Glicemia alta), con el daño subsecuente a todos los órganos. Si a lo anterior se agrega hiperlipidemia (Colesterol y Triglicéridos altos) e hipertensión arterial, tenemos un coctel explosivo, que en medicina se conoce con el nombre de síndrome metabólico.

El diagnóstico de RI se puede realizar clínicamente al encontrar los síntomas anteriormente mencionados, más acantosis nigricans, que es una marca oscura en el cuello y en los pliegues cutáneos y el aumento de la grasa abdominal que se caracteriza por una circunferencia abdominal mayor de 88 cm en mujeres y 102 cm en los hombres. Se confirma con un examen que se llama curva de tolerancia a la glucosa (CTG).

El problema de la RI, es que también cambia el funcionamiento hormonal del organismo: el estómago disminuye su capacidad de saciedad (sentirse lleno), las hormonas que inhiben la sensación de hambre en el cerebro se fabrican en menos cantidad (cerebro del gordo), y hasta el tejido adiposo (la grasa) cambia, pues eleva los niveles de adipoquinas, que incrementa la presión arterial y dañan los vasos sanguíneos, tal como lo encontraron investigadores de la Universidad Complutense de Madrid (1).

Las personas con cerebro del gordo no sienten apetito al levantarse, desayunan poco, pero luego se desata una ansiedad incontrolable por comer. Desafortunadamente, en la mayoría de los casos la fuerza de voluntad no es suficiente para controlar éste ciclo vicioso.

Un buen inicio para cortar este malévolo ciclo es desayunar todos los días, en la primera hora después de despertarse, desayunar dos horas después no sirve para cortar el ciclo, sencillamente porque el eje hormonal ya ha desencadenado el efecto dañino.

Como adelanto, recomiendo ampliamente la proteína whey (Ni una D más) en el desayuno, sin embargo, en la próxima entrega profundizaré sobre el manejo dietético en la obesidad.

En resumen, la obesidad no es culpa de quien la padece, se trata de una enfermedad que tiene su origen en un desarreglo hormonal heredado o adquirido (IR) y que repercute en el estado mental de quien lo padece, cortar el ciclo vicioso del cerebro del gordo, no es fácil, pero si se puede hacer. La primera cosa es tomar en serio el desayuno.
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(1) http://scielo.isciii.es/scielo.php?pid=S0212-16112009000400004&script=sci_arttext&tlng=pt
(2) Jakubowicz Salomon Ni una Dieta mas, 2 Ed Noviembre 2015, Rocco Gráficas

ANDRÉS NARANJO CUÉLLAR
Médico y Cirujano (USCO – Colombia)
Máster en Marketing Farmacéutico (UNED – España)
MBA (AISM – USA)